HANA-HAKI Capítulo 5B - Desenlace
Law
no podía creer lo que estaba ocurriendo, y al notar que Luffy estaba haciendo su
mejor esfuerzo por besarle de forma decente, decidió ponerle un poco de su
experiencia a la situación. Pasó su lengua por los labios del menor, y el joven
capitán abrió la boca permitiéndole la entrada.
Luffy
se dejó guiar por el cirujano, cruzó los brazos por detrás de su cuello. Law,
había optado por rodear a Mugiwara por la cintura para luego estrecharlo entre
sus brazos.
—Aún
—habló Luffy terminando el beso y juntando su frente con la de Law—, aún estoy
a tiempo de corresponderte, ¿verdad? —preguntó sin poder contener más las
lágrimas—. Aún estas a tiempo de sanar —jadeo en busca de aire—, ¿verdad?
—volvió a preguntar mientras apoyaba su frente en el hombro de Law.
—No
lo sé —respondió con pesar.
Luffy
le rodeó con sus brazos, aferrándose a él, como si de esa forma pudiera alejar
cualquier posibilidad de perderle.
***
Esa
misma tarde partieron rumbo a Isla Swallow por órdenes de Luffy. Realmente no
quería pensar en la posibilidad de que Law no consiguiera recuperarse, pero
entendía había una promesa de por medio con sus compañeros, así que, en el peor
de los escenarios, quería, por último, ayudarle a cumplir esa promesa.
Los primeros días de viaje, Law se sentía realmente mal, tanto que
no era capaz de salir de la enfermería, aunque ganas no le faltaban. Sanji se
aseguraba de preparar comidas nutritivas y saludables, tanto para Law, que era
el enfermo, como para Luffy, que se había negado a salir de su lado y solo lo
hacía para ir al baño.
—Luffy —dijo
Nami con esa voz tétrica que le ponía los pelos de punta a todos en el Sunny,
al entrar en la enfermería—,
¿hace cuánto que no te bañas? —preguntó, pero Luffy guardó
silencio—. Ve a darte una ducha —ordenó.
—N…
no —dijo algo titubeante y Nami le miró con cara de pocos amigos—, no dejaré a
Torao…
—Mugiwara-ya
—habló Law, sintiendo las vibras negativas que provenían del delicado cuerpo de
la navegante—, será mejor que hagas lo que dice, yo estaré bien…
—Pero…
—Law lo jaló de la camisa con cuidado y besó su mejilla, “estaré bien”, repitió
y Luffy se sonrojó al ver la dulce sonrisa que Law tenía en sus labios. Esas
expresiones eran nuevas para el capitán de los Mugiwaras, y cada que las veía,
sentía esa sensación de mariposas en la boca del estómago.
Asintió
sin decir nada más y fue a hacer lo que su navegante le indicó. “Gracias”, dijo
ella para luego darle una sonrisa a Law y retirarse también de la enfermería.
Así
los días fueron pasando y, contra todo pronóstico, la enfermedad de Law comenzó
a declinar. Una semana después ya tubo autorización de Chopper para dejar la
enfermería, y como era de esperarse, Luffy decidió organizar una fiesta para
celebrar.
—No
sé si sea una buena idea —dijo Chopper, lamentándose el exceso de energía que
tenía su capitán.
—Tal
vez si lo sea, Toni-ya —dijo Law mientras estiraba sus brazos, disfrutando de
la brisa y el sol—. Todos han estado algo tensos estos días… —guardó silencio
unos segundos, se sentía culpable por eso—, así que, es posible que sea bueno
para todos, aunque sea una celebración pequeña…
Chopper
echó una mirada hacia abajo y vio a sus compañeros entusiasmados con la idea de
pasar un buen rato todos juntos otra vez. Realmente podría ser una buena idea
relajarse un poco, aunque sea una noche.
—Pero
debes prometer que no vas a sobre exigirte —pidió con seriedad y Law sonrió de
vuelta.
—Gracias
por tu preocupación, Toni-ya. Eres un doctor increíble —concedió el cirujano, y
Chopper se debatió entre la emoción y la timidez. “No creas que con eso me
harás feliz, idiota”.
***
La
marea estaba tranquila y la noche despejada, condiciones climáticas estables,
perfectas para estar al aire libre.
Comieron,
bebieron y cantaron en la cubierta del barco sin preocupaciones ni
contratiempos, y Law, tal como le prometió a Chopper, se retiró a una hora
prudente para no tentar a la suerte.
Le
alegraba no tener que volver a dormir en la enfermería, se recostó en su litera
dejando salir un ligero jadeo al sentir que sus músculos se relajaban. Cerró
sus ojos para luego cubrirlos con su brazo, se sentía cansado, pero se sentía
feliz, así que no importaba.
Escuchó
la puerta de la habitación seguido de un par de pisadas que iban despacio hacia
él. Movió su brazo y se incorporó un poco apoyándose en los codos para ver a la
persona que se acercaba —Pensé que querías celebrar.
—Quiero
—respondió Luffy—, pero también quiero cerciorarme de que estés bien —dijo con
una sonrisa.
Law
le sonrió de vuelta y ladeó su cabeza con un cierto aire de coquetería.
Luffy
no comprendía por qué esa mirada le producía tantas ganas de acortar la
distancia que les separaba; tampoco entendía ese deseo, de querer pasar sus
labios por la piel del cirujano. Su corazón comenzaba a aumentar la velocidad
de las pulsaciones, y él, dejándose llevar por su instinto, apoyó su rodilla
entre las piernas de Law sobre la cama y se inclinó hacia adelante, acarició
suavemente el cuello del mayor con las yemas de sus dedos, tuvieron un pequeño
juego de miradas y Luffy terminó de acortar la distancia que quedaba entre
ellos.
El
beso partió suave, y poco a poco fue aumentando su intensidad, ya tenían algo
de práctica y Luffy aprendía rápido.
Se
separaron debido a la falta de aire por parte de Law, quien respiró profundo un
par de veces para intentar regularizar los latidos de su corazón.
—Hace
tiempo que no me sentía tan feliz —dijo juntando su frente con la de Luffy,
quien aprovechó el momento de calma para sentarse sobre los muslos de Law y apoyarle
los brazos sobre los hombros.
Law
le tomó de la cadera y lo acercó un poco mas mientras se miraban a los ojos.
Los roces, las caricias, sus respiraciones agitadas…, el momento era perfecto.
Luffy
se echó un poco hacia atrás y apoyó sus manos sobre el pecho de Law, sintió sus
pezones por sobre la tela de la camisa y sonrió para luego apretarlos
suavemente son sus dedos. Law se sorprendió ante la acción de Luffy, y antes de
poder preguntar, el menor había comenzado a besarle despacio mientras desabotonaba
su camisa.
Cuando
terminó de desabrochar los botones comenzó a descender despacio, ante la atenta
mirada de Law, hasta que llegó a uno de los pezones, dio una suave lamida y después
tomó el botón con sus labios. Law soltó un jadeo —Mugi-wara…-ya—, suspiró —¿Qué
se supone que haces?
Luffy
volvió a pasar su legua de abajo hacia arriba, logrando sacarle otro jadeo al
cirujano —Sanji me presto algunas de sus revistas —dijo con una sonrisa
traviesa.
—Ese,
maldito cocinero pervertido —jadeó en busca de aire y Luffy volvió a echarse
hacia atrás.
—¿Estás
bien? —preguntó con algo de preocupación y Law sonrió.
Tomó
el rostro de Luffy entre sus manos —Espero impaciente la hora en que estos
síntomas desagradables desaparezcan para poder disfrutar de esto como
corresponde.
Se
besaron una vez más, sin prisa, deleitándose con cada suave movimiento de sus lenguas.
—Creo
que debería dejarte descansar —dijo Luffy sin muchas ganas de soltarle.
—Ve
y pásalo bien con tus compañeros —Luffy asintió y sonrió ampliamente antes de
bajarse de las piernas de Law. Le dio un rápido beso en la frente y caminó hacia
la salida.
Law
respiró profundo y se inclinó para quitarse los zapatos, era tiempo de intentar
conciliar el sueño.
***
Ver
a sus amigos después de tanto tiempo le trajo una paz considerable, recibir los
abrazos de Bepo, Shachi y Penguin, y volver a ver al viejo Wolf, le provocó una
gran alegría.
Disfrutó
el momento en que les contó que poco a poco estaba mejorando, y volvieron a
celebrar todos juntos. Pero esta vez, Law se quedó hasta un poco más entrada la
noche.
Aún
no podía pasar más allá de una sesión de besos apasionada con Luffy, las
caricias subidas de tono que el menor había aprendido mirando la revistas de Sanji,
le descolocaban y encendían por igual, pero su sistema lamentablemente seguía demasiado
debilitado como para dar el siguiente paso, aun así, avanzaban un poco cada vez.
Salió
de su estupor y vio a Luffy riendo y bailando junto a sus amigos al otro lado
de la fogata. Sus miradas se encontraron por un instante y el menor le dio una
sonrisa. Dejó lo que hacía y se acercó a él, se sentó a su lado y acarició su
mejilla —Debo hacerte una pregunta—, dijo Law tomando la mano de Luffy sobre su
rostro.
—Te
escucho.
—¿Crees
que haya espacio para un oso polar en el Sunny? —Luffy abrió sus ojos con
sorpresa.
—¡Si!
—dijo con entusiasmo mientras sus ojos brillaban de emoción—, eso quiere decir,
que seguirás viajando con nosotros.
—Voy
a seguirte hasta el fin del mundo las veces que sean necesarias —Luffy sonrió
sin poder contener su alegría y le besó con pasión. Los vítores no se hicieron
esperar.
Sin
duda, en el futuro tendrían que enfrentar nuevas dificultades, eran piratas
después de todo. Pero de ahora en adelante, iban a enfrentarlas juntos.
~Fin~




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