Viviré en tu memoria - Capítulo 12
***
Cuando Kid recibió el segundo llamado de Marco diciéndole que ya
podía visitar a Law, no paró de sonreír hasta que llegó al hospital. Sin
embargo, poco a poco su sonrisa se fue empañando al ver lo deteriorado que se
veía Law en esa camilla.
—Sé que no se ve bien, pero ya se encuentra estable —dijo Chopper
a su lado—. Aunque es probable que no pueda continuar con su tratamiento según
lo previsto, quizá se atrase un par de semanas.
—Si él está bien eso será lo de menos.
—Lleva dormido poco más de una hora, así que es probable que despierte
pronto —Kid asintió y le dio las gracias—. No agradezcas, idiota, solo
cumplimos con nuestro deber —respondió Chopper un tanto avergonzado sin dejar
de sonreír—. Bueno, te dejo a solas con él. Nos vemos después.
Chopper se retiró y él entró finalmente a la habitación, puso
música suave y se sentó a su lado, después de unos minutos observándole dormir
soltó un suspiro y se echó hacia atrás en el sillón, miró hacia la ventana y
grande fue su sorpresa al ver unas cuantas gotas estrellándose contra el cristal.
Se puso de pie y se acercó para cerciorarse de que realmente fuera
lluvia…, y sonrió al notar que sí, era una refrescante lluvia de verano. A él
no le agradaba invierno, detestaba los días fríos, por lo mismo su estación
favorita del año era el verano. Pero para Law era todo lo contrario, detestaba
el verano y amaba el invierno. Así que las lluvias de verano eran su punto
medio, eran esos días que ambos disfrutaban por igual, y eran pocos, pero le
encantaban, esos eran sus días favoritos.
—¿Kid? —le llamó Law con suavidad cuando por fin abrió los ojos,
Kid se giró, sonriendo notablemente feliz detrás de su mascarilla y se acercó a
la camilla, se afirmó de la barrera y lentamente juntó su frente con la de Law.
—No sabes las ganas que tengo de abrazarte —soltó sin poder evitar
soltar un par de lágrimas.
Law sintió como se formaba un nudo en su garganta al ver a su
pelirrojo en ese estado y movió con cuidado su cabeza en forma de respuesta a
sus palabras.
—Perdón por preocuparte.
—Ey, tranquilo, lo sobrellevé bastante bien, tanto que incluso me
fui de copas —sonrió y se separó unos cuantos centímetros—. Estoy tan feliz de
poder estar contigo que lo demás no me importa.
Law sonrió y cerró sus ojos para relajarse antes de que las
maquinas comenzaran a sonar por su pulso alterado, esperó unos segundos y
volvió a abrir los ojos para buscar la mirada de Kid.
—Me sentí tan feliz al verte mirando por la ventana que llegué a
pensar que estaba soñando, otra vez… —terminó con una mueca al recordar lo
desagradables que fueron los últimos días en su estado semiconsciente— ¿Qué
mirabas con tanta atención?
—La lluvia —tomó su mano con delicadeza y comenzó a masajearla
suavemente.
—¿Lluvia? —preguntó un tanto extrañado, sintiéndose confuso por un
momento— ¿por qué está lloviendo? ¿Qué día es hoy?
—No tengo idea de por qué llueve, el ciclo del agua, supongo… y hoy
es… —sacó las cuentas en su cabeza—, hoy es viernes —respondió, sintiéndose un
poco idiota por no responder de inmediato, pero bueno, su cabeza había estado en
otro lugar casi toda la semana.
Law suspiró con algo de dificultad y volvió a sonreír —Es extraño
que llueva en verano.
—Lo es, pero me encanta cuando sucede y a ti también, así que he
decidido tomarlo como una buena señal.
Comenzaron a jugar con sus manos, tocando y entrelazando sus
dedos, era una sensación tan agradable poder estar así después de esos días
horribles.
—Entonces, ¿te fuiste de copas con Killer? —preguntó Law
recordando las palabras de Kid, quien comenzó a reír por la pregunta.
—No, no fue con Killer.
—¿Bonnie?
—Roronoa —dijo entre dientes y Law comenzó a reír—, no te rías. La
verdad es que fue muy amable de su parte.
—Tienes que contarme como pasó eso.
Kid le relató lo que pasó el día que lo ingresaron y como la noche
anterior había terminado borrado de la realidad a causa del sake. También le
dijo lo sorprendido que estaba de la resistencia que tenía su “nuevo”
amigo con el trago y lo bien que lo pasó a pesar de todo.
Law le escuchó con atención y se sintió aliviado al saber que Kid
no estuvo solo durante esos días. Definitivamente, en cuanto pudiera, llamaría
a Zoro para agradecerle el gesto que había tenido con Kid.
Siguieron conversando, tomando pausas para mimarse, hasta que el
horario de visitas terminó. Kid se despidió de mala gana, prometiéndole que
volvería temprano el día siguiente. Besó su frente y se retiró, sintiéndose
mucho mejor de lo que se sentía cuando llegó.
***
Marco, con autorización de Kureha, dejó que Kid pasara todo el fin
de semana en el hospital haciéndole compañía a Law. Y el domingo en la mañana,
después de revisar los resultados de los últimos exámenes que le hicieron al
moreno, Kureha les confirmó que el tratamiento debería ser aplazado, por al
menos, unas tres o cuatro semanas.
Law hizo una mueca de desagrado y Kid suspiró, a ninguno le
gustaba del todo la noticia, tenían la esperanza de que el tratamiento no se
suspendiera por tanto tiempo —No se desanimen, Law está mejorando, bastante
rápido en realidad. —miró a Law con una sonrisa— Aún te queda una semana de
tratamiento para eliminar por completo la infección pulmonar, y tus glóbulos
blancos tardarán aproximadamente dos semanas más en volver a parámetros
normales, así que ten paciencia.
Se resignaron a esperar, después de todo, si las cosas salían
bien, ese sería el último ciclo de quimio por el que tendría que pasar antes de
la consolidación con el trasplante. Y sí, después tendría que continuar en una
evaluación constante para prevenir una recaída, pero ya no sería necesario
pasar esos exasperantes y eternos periodos internado en el hospital, podría
regresar a disfrutar de su vida.
Ese mismo día, cuando Kid salió para ir a comer algo a la hora del
almuerzo, recordó que debía agradecer a Zoro, así que, aprovechando que tenía
mayor libertad de acción debido a que le habían cambiado de habitación y de
camilla, tomó su teléfono y marcó.
—¿Law? —respondió Zoro al otro lado de la línea.
—Buen día, Zoro-ya…
—Me alegra mucho oírte, ¿Cómo estás? —preguntó con una sonrisa
mientras se recargaba hacia atrás en su silla y se quitaba los lentes de
lectura.
—Mucho mejor, tendremos que retrasar un poco mi tratamiento, pero
voy mejorando.
Zoro suspiró —Es un alivio saberlo—, dijo sintiendo que se le
quitaba un peso de los hombros.
Law sonrió y dio un respiro —Oye…, gracias.
—¿De nada? —soltó una risa suave— ¿por qué me das las gracias?
—Por haber apoyado a Kid estos días. Fue muy amable de tu parte.
—Bueno, el día que te llevamos al hospital no se veía nada bien. Y
yo me sentía algo culpable, así que una cosa llevó a la otra y terminamos en el
bar de Makino —se puso de pie y se apoyó en el borde de su ventana para mirar
hacia afuera—. Y la verdad, no sé qué fue lo que me llevó a visitarlo después,
pero fue agradable. A pesar de su apariencia de chico malo, es una persona
bastante sentimental. Eso sí, aguantó el alcohol mucho mejor que tú.
—Me alegra que después de años de conocerse al fin comiencen a
compartir. Solo te pido que esas borracheras no sean tan seguidas —Zoro comenzó
a reír.
—¿Una al mes? Es el primero que puede seguirme el ritmo, a demás
de Nami, claro.
Law no pudo evitar contagiarse de su risa —Está bien, solo no
hagan un desastre.
—Bueno, Kid dijo que llegaríamos hasta donde tú quisieras, así que
eres el que pone los límites —dijo con su típica picardía, haciendo que Law se
ruborizara un poco al oírle.
—¿De qué rayos estuvieron hablando mientras bebían?
—Lo dejaré a tu imaginación, yo por el momento debo regresar a
trabajar porque mi jefe está llamando nuevamente para verificar que le enviaré
mi manuscrito durante la tarde, así que, piénsalo. Trataré de ir a visitarte
mañana en la tarde. Nos vemos, Law —Cortó sin esperar respuesta y Law quedó con
la boca abierta debido a sus palabras. Definitivamente Kid le debía una
explicación.
El “tenemos que hablar” que le soltó Law cuando puso el primer pie
en la habitación encendió todas sus alarmas, ¿Qué había hecho, o qué había
olvidado hacer? Nada, absolutamente nada venía a su mente, por lo que no le
quedó otra que preguntar “¿De qué?”
—¿Qué fue lo que le dijiste a Zoro cuando se pusieron a beber en
el departamento? —preguntó con una sonrisa algo tétrica.
Kid apartó la mirada —No sé de qué hablas—, dijo sin mucho
convencimiento mientras intentaba no sonreír.
—¡Le dijiste!
—¡Estaba ebrio! Y el ambiente era relajado, así que… se me salió…
¿estás molesto?
—¿Molesto? No, la verdad no, solo me hace pensar que realmente lo
consideras. —respondió restándole importancia.
—Lo consideré después de que se quitó la camisa —soltó aún sin
devolverle la mirada a Law. Quien se sintió asombrado al oírle, siempre pensó
que esos dos podrían llevarse bien si lo intentaban, pero nunca imaginó que
fuera de esa forma.
Terminó riendo ante lo irreal que le parecía la situación y volvió
a acomodarse en la camilla antes de volver a hablar —Pues, lo pensaré—,
concluyó con una sonrisa y Kid sonrió de vuelta, sin poder creer que estaba de
acuerdo con eso.
Como siempre, la hora de despedirse llegó mucho antes de lo que
les gustaría. Kid le comentó algo de lo que haría al llegar a casa y le preguntó
si quería que le trajera algo el día siguiente.
—No alcancé a terminar la revista de la semana pasada y mañana
sale un nuevo volumen… Con esa ya tendría suficientes piezas para comenzar a
armar el modelo a escala del módulo lunar —Su expresión era neutra, pero sus
ojos brillaban ante la idea de armar el modelo a escala, eso, además de sus
comics, era uno de sus pasatiempos favoritos.
—De acuerdo —Besó su frente—, nos vemos mañana —dio unos pasos
hacia la puerta y se devolvió, le tomó de las mejillas y besó su frente una vez
más—. Te amo, te amo, te amo, te amo.
—Jajaja, ya vete de una vez —dijo riendo y Kid le soltó para
marcharse al fin—, yo también te amo.
—Yo te amo más —dijo de forma infantil desde la puerta antes de
cerrar.
***
Al día siguiente, Kid comenzó su mañana con una rutina de
ejercicios en el gimnasio del edificio. Tomó desayuno y se fue al taller
después de comprobar que había llegado la revista de Law con sus respectivos
accesorios.
—Llegaste tarde —le dijo Killer cuando entró a la oficina
principal y Kid solo sonrió como respuesta—, ¿Cómo sigue Law?
—Mucho mejor, en la tarde iré a verle nuevamente.
—Me alegra que tengas buenas noticias. Yo también tengo buenas
noticias.
—Genial, ¿de qué se trata?
—Tendremos un montón de trabajo el día de hoy —dijo sonriendo
ampliamente cuando la expresión de felicidad que llevaba Kid se desvanecía.
—Te detesto.
—Venga ya, vámonos a trabajar —agregó poniéndose de pie para luego
darle un suave golpe en el hombro a su compañero—, Bonnie nos armó un hermoso
itinerario para hoy.
—Oh no, no quiero ir a terreno hoy —se lamentó el pelirrojo—,
lleva a Heat contigo —pidió haciendo un puchero.
—No.
—¡Yo soy el jefe!
—He dicho que no, camina ya —concluyó Killer saliendo de la
oficina y a Kid no le quedó otra que seguirle a regañadientes.
***
La mañana de ese día no había resultado tan aburrida, despertó
temprano, le envió un mensaje de buenos días a Kid y minutos más tarde recibió
una melosa respuesta junto a las fotografías de su pedido, envió un Emoji
sonriente diciendo lo mucho que esperaba a que llegara la tarde.
Kid le recomendó ver un par de capítulos de la serie que tenían
pendiente. <No, esperaré para que los veamos juntos.>
Kid <3
Jejeje… em… ¿podrías ver unos dos capítulos
antes de que yo llegue?
Frunció el ceño y respondió, < ¡Estuviste viéndola si mí, esa
es la peor de las traiciones Eustass Kid! >.
Kid <3
¡Lo siento! La puse por inercia
ayer en la noche y terminé viendo dos capítulos, ¡perdón!
Law le envió un Emoji enojado, aunque no estaba enojado realmente,
y Kid respondió con uno llorando. <Como castigo tendrás que verlos
nuevamente conmigo esta tarde>.
Kid <3
Está bien. :’(
Ahora debo ir a trabajar. Killer me
lleva obligado a terreno, así que puede que tarde un poco en responder tus
mensajes.
Sonrió imaginando la escena, hacía ya bastante tiempo que no veía
a Killer <Salúdalo de mi parte, y vayan con cuidado, te amo <3 >
Kid <3
Y yo te amo a ti <3
Bloqueó su teléfono. Tomó su e-Reader para continuar con su
lectura actual y llegó el auxiliar de turno con su desayuno. Minutos después Penguin
entró y se sentó a su lado para conversar antes de irse a casa.
—¿Fue muy agotador tu turno? —preguntó mientras comía sus “insípidas”
galletas integrales con mermelada.
—Algo, pero ya terminó y me iré a descansar, dormiré todo lo que
queda de la mañana. En la tarde iré al cine con Ikkaku, después iremos a cenar
y me quedaré en su departamento —dijo sonriente.
—Enhorabuena, me alegra que avancen en su relación.
—¡También a mí me alegra! ¿Cuánto tardé en que aceptara la primera
cita?
—Menos de lo que imaginé —dijo con clara intención de molestar y
Penguin le bajó su gorro blanco hasta taparle los ojos haciéndole reír.
—Como sea, ahora estoy feliz y muerto de sueño, así que me voy.
Que pases un buen día, Law.
—Pásalo bien.
—¡Claro que lo haré! —aseguró con entusiasmo—. Nos vemos pasado
mañana —se despidió y cerró la puerta de la habitación al salir.
Rato después el tono de mensajes de Kid comenzó a sonar.
Kid <3
¡¡Un Alfa Romeo 8C 2900 de 1937!!,
¡¡¿puedes creer que estoy revisando el motor de un Alfa Romeo 8C 2900 de 1937?!!
Perdona si digo que este es el momento más feliz de mi vida, ¡pero es que estoy
tan feliz que aún no me lo creo!
¡Te amo!
El mensaje tenía adjuntas las fotografías del vehículo, de lo que
él supuso eran partes del motor y una selfie de Kid sonriendo notablemente
emocionado. Law respondió los mensajes con una sonrisa, le alegraba que Kid estuviera
disfrutando de su trabajo.
El resto de la mañana pasó en calma, y después de pensarlo mejor
se decidió a ver los capítulos que Kid había visto sin él, porque seguramente
cuando se vieran en la tarde, su pelirrojo no pararía de hablar de ese
vehículo.
***
Marco entró a su habitación cuando estaba terminando su almuerzo,
se sentó en el sillón y cerró los ojos.
—Te vez cansado —dijo Law y tomó el control remoto de la
televisión.
—Lo estoy, anoche casi no dormí porque estaba pasándolo muy bien
con Ace, y antes de que preguntes, no, no me arrepiento de nada y mi edad no
tiene nada que ver —Law sonrió divertido y puso el canal de noticias.
—Yo no he dicho nada, pero ya que lo dices…
—Sube al sonido —pidió Marco interrumpiéndole, se puso de pie y
miró con atención el televisor. Law hizo lo que le pidió y prestó atención
también a la noticia.
“… ocurrió hace tan solo unos minutos, aún no tenemos mayores
antecedentes, pero la información preliminar es que una de las bodegas de una
empresa de pirotecnia habría hecho explosión. Bomberos ya se encuentra en el
lugar y nuestro corresponsal nos informará desde el lugar de los hechos…”
—Marco… —Le llamo Law sin obtener respuesta—, Marco —volvió a
decir un poco más alto y su amigo se giró para mirarle—. Llámale por teléfono
—aconsejó y Marco sacó su teléfono para llamar a Ace. Sus manos temblaban
mientras intentaba presionar el nombre de su novio en el celular.
Se lo llevó al oído y esperó, un tono, dos, tres… buzón de voz. Lo
intentó nuevamente y obtuvo el mismo resultado. —Tal vez está ocupado y por eso
no puede responder…
Marco asintió y trató de calmarse —Debo… —respiró profundo por su
nariz y soltó el aire por la boca un par de veces—, debo regresar a urgencias—,
dijo apretando el teléfono en su mano —Somos el hospital equipado más cercano
al muelle. Los accidentados llegarán aquí primero…
—Ey… —Marco le miró con algo de angustia—, Yo seguiré llamándole,
te avisaré si me responde. ¿Está bien?
—Si, si, está bien… gracias Law.
—Vamos, jefe, ve a salvar vidas —Marco le dio una sonrisa y salió
de su habitación.
Al llegar a urgencias Chopper le informó que ya tenía todo
preparado para recibir a los futuros pacientes y que era probable que se
necesitaran más manos, así que se encargó de contactar a todos los que tenían
libre ese día para ver quienes podrían llegar a apoyar en caso de que fuera
necesario.
Esperaron varios minutos antes de escuchar la primera ambulancia a
lo lejos. Seguido de la primera llegaron 3 más, Se movieron rápido, pero urgencias
terminó siendo un caos, derivaron los casos menos graves a otros hospitales mientras
atendían a los pacientes de mayor gravedad.
Marco se encargó de dirigir a los equipos de urgencia junto con
Chopper, revisó a un par de pacientes y dio las indicaciones a los internos
para que les atendieran con premura. Los minutos pasaban y su teléfono no
sonaba, pero tenía que concentrarse en su trabajo, cerró los ojos, respiró
profundo y salió a recibir el siguiente caso.
—¿Qué tenemos? —preguntó cuando abrieron la puerta de la siguiente
ambulancia, y su mundo se detuvo al ver a Ace cubierto de sangre sobre la
camilla mientras un paramédico hacía presión sobre su pecho con una compresa.
Sintió que alguien le tomó con firmeza del hombro y se sorprendió
al ver a Penguin a su lado —Perdón colega, yo me encargaré desde ahora— dijo
dirigiéndose al paramédico y miró a Marco pidiendo autorización para hacerlo,
Marco asintió mientras sus ojos comenzaban a humedecerse y dio un paso atrás.
—¡Marco! —escuchó que le llamó Chopper y se giró para mirarle
mientras sus lágrimas comenzaban a salir sin control—. Créeme que lamento tener
que decir esto. Pero te necesito, Penguin se encargará de Ace, así que trata de
calmarte porque de verdad te necesito, por favor, no puedo hacer esto solo…
Marco respiró una vez más —¿En qué te ayudo?
—Es Kid… El hombre que llegó en la ambulancia anterior, es Kid…
***
Law estaba preocupado, tenía una opresión horrible en el pecho, y
por más que llamó a Ace no obtuvo respuesta, quería saber cómo iban las cosas
en urgencias, pero no había nadie a quien preguntar porque todos pasaban
corriendo de un lado para otro y tampoco sería tan irresponsable de presionar
el botón para llamar a la enfermera sabiendo que estaban en medio de una
crisis.
Los minutos comenzaron a pasar lento, mucho para su gusto, y se
sentía exasperado al no tener ningún tipo de noticia más de lo que podía ver en
televisión, que no era mucho debido a lo peligroso que resultaba estar cerca
del lugar de la explosión. Le envió un par de mensajes a Kid contándole la
situación y volvió a marcar el número de Ace, nuevamente no obtuvo respuesta.
El horario de visitas partía a las 16:00, Kid intentaba llegar
puntual, pero había días en que se atrasaba un poco, 16:30 a más tardar. Pero
el reloj marcaba las 16:40, Kid no aparecía por ningún lado y para peor, los
mensajes no llegaban a destino. Suspiró y decidió llamarle por teléfono… “el
número que ha discado se encuentra apagado o fuera del área de servicio”.
Volvió a llamar, misma respuesta.
—Dijo que quizá tendría dificultades para responder hoy… —se dijo
y respiró tratando de no ser paranoico— “quizá con la emergencia no ha podido
hacer ingreso al hospital…, pero eso no explica por qué no le entran mensajes
ni llamadas” —pensó y volvió a llamar— Vamos Kid, responde… —misma respuesta.
“Fue a trabajar a terreno” pensó, era posible que se le hubiese
descargado el celular. “Kid no deja que su teléfono se descargue”, se rebatió, “¿Y
si se le rompió? ¿Y si se lo robaron?”, se preguntó buscando una posible
solución, “¿Y si estaba herido?”, apretó las mantas, sintiendo como la angustia
comenzaba a ganarle terreno y sacudió su cabeza negando. No, tenía que haber
otra respuesta—. Maldición, tengo que dejar de pensar estupideces.
Echó su cabeza hacia atrás —Killer estaba con él— se dijo y volvió
a tomar su teléfono. “El número que ha discado se encuentra apagado o fuera del
área de servicio”.
Definitivamente algo no andaba bien, y estar encerrado en esa
habitación no ayudaba a su ansiedad.
Media hora más tarde seguía sin tener información, sus nervios lo
estaban matando y estaba a punto de ceder a presionar el botón para llamar a la
enfermera cuando Bepo golpeó con suavidad a su puerta y pasó seguido de Marco,
quien no se veía para nada bien.
—¿Cómo va todo? ¿supieron algo de Ace? —Preguntó con preocupación
al ver a Marco.
—Está… está en quirófano —respondió Marco—, Penguin, Penguin se
está haciendo cargo de él. Ya le han avisado a Luffy y Sabo, vienen en camino,
así que solo queda esperar.
—Por todos los cielos, Marco, lo lamento tanto —Marco asintió y
Bepo bajó la cabeza dejando salir un par de lágrimas—. ¿Qué más pasó? —preguntó
al ver su reacción.
Bepo respiró tratando de serenarse —No sólo Ace estaba en lugar
del accidente…
—¿Quién más estaba ahí? —preguntó con seriedad. Bepo guardó
silencio y empuñó sus manos con fuerza— Bepo, ¿Quién más estaba ahí? —preguntó
nuevamente con severidad.
Bepo bajó la cabeza con pesar —Kid.
—¿Está bien? —preguntó tratando de mantener la calma, calma que
realmente no tenía.
—Law… Tengo, tenemos… yo… —tartamudeó Bepo sin poder continuar.
—Bepo cálmate y dime que Kid está bien… —pidió manteniendo su
semblante serio, tratando de contener el temblor de sus manos.
—No puedo…, lo siento Marco, no puedo decirlo —Marco respiró
profundo una vez más ese día y se enderezó, apoyó sus manos en el borde
inferior de la camilla y miró un punto fijo detrás de Law mientras dejaba que
las lágrimas cayeran por sus mejillas.
—Dr. Trafalgar D. Water Law —Pronunció y Law abrió sus ojos con
sorpresa, carraspeó para aclarar su garganta y continuó—, Lamento informar…
—Esto no me hace gracia… —paseó su mirada de Marco a Bepo y de regreso
mientras sentía como su corazón comenzaba a latir con más prisa de lo que ya lo
hacía.
Marco se tomó un segundo para retomar su discurso, ese maldito
discurso que tienes que dar con el mayor desapego posible y que ahora le era
muy difícil pronunciar —Lamento informar que el señor Eustass Kid…
—No… —pidió sin poder contener las lágrimas—, no… no lo digas…
—Ha fallecido a las a las 16:45 horas del día de hoy…
—No, Marco, por favor, no puedes hacerme esto…
—Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, pero no ha sido
suficiente. Lamento mucho su pérdida —finalizó agachando su cabeza. Law se negó
a aceptar las palabras de Marco y miró a Bepo nuevamente, rogando que no fuera
cierto, pero su amigo, su mejor no paraba de llorar a su lado —Bepo… dime que
no es cierto.
—Lo siento tanto Law. Lo siento tanto —repitió para luego
entregarle un anillo, igual al que él llevaba en su dedo anular. Tomó la joya
en su mano y la miró sin saber como reaccionar. Sus lágrimas caían sin esfuerzo
alguno sobre la argolla, y poco a poco sintió como su cabeza comenzaba a dar
vueltas.
Sentía su estomago revuelto y las nauseas le obligaron a llevarse
una mano a la boca. Respirar se le hacía cada vez más difícil y las palabras de
Kid comenzaron a retumbar en su cabeza.
“Tienes una expresión horrible
¿Quieres un café?”
Intentó llevar aire a sus pulmones sin mucho éxito. Marco lo notó
y comenzó a moverse para asegurarse de que su amigo no entrara en crisis, eso
sería contraproducente en su estado actual.
“El tema es…, que me gustas, no
como amigo, o sea, me gustas como amigo, pero me gustaría que fuéramos más que
eso…, así que… ¿quieres salir conmigo?”
—Prepara un sedante y llama a Kureha —le ordenó a Bepo, quien
acató las ordenes de Marco a pesar de estar consternado con toda la situación—,
Law, Law por favor, respira.
“Cuando te dije que quería pasar
el resto de mis días a tu lado, lo decía en serio. Así que no puedes morir
antes que yo ¿Entendido?”
Apretó el anillo en su mano, lo llevó hasta su pecho y se encorvó,
dificultándole a Marco la tarea de verificar sus vías respiratorias.
“Dime que pelearás con todo contra
esta maldita enfermedad, que harás todo lo que esté en tus manos para mejorar.”
—Law, necesito que cooperes, por favor… ¡Law, reacciona!
“Yo lo entiendo, Law, y por eso
mismo necesito que sepas que, yo estoy aquí para apoyarte.” “
—Ya lo tengo —Dijo Bepo mientras introducía la aguja con el
sedante en la vía que conectaba el suero a su brazo.
“Yo seguiré aquí.”
Su cuerpo comenzó a relajarse poco a poco y el aire volvió a
llegar a sus pulmones con ayuda de un respirador. Podía sentir como las
lágrimas seguían cayendo por sus mejillas. Bepo tomó una de sus manos con
firmeza, pero él no tenía fueras para devolver el gesto. Movió un poco su
cabeza y logró divisar a sus amigos observándole con preocupación.
Cerró y abrió los ojos con dificultad, se sentía confundido y veía
todo en cámara lenta, ¿Qué había ocurrido?, Marco le había dicho que Kid estaba
muerto, pero eso no podía ser cierto, ¿Estaba soñando?
No, eso no era un sueño, era una pesadilla, tenía que ser una
pesadilla, la peor pesadilla que había tenido en su vida, y quería despertar,
necesitaba despertar y ver nuevamente a Kid, mirando por la ventana, escuchando
música, durmiendo en el sillón. Solo quería despertar y ver que Kid estaba bien,
ver que estaba ahí, a su lado…
Pero nada cambió, por más que pellizcó sus brazos y mordió el
interior de su mejilla.
Abrió su mano, vio nuevamente el anillo de Kid y sacudió su
cabeza, negándose aún a aceptar la realidad, aunque ya lo sabía, eso no era una
pesadilla, realmente estaba pasando por todo eso, realmente Kid se había ido.
“Me dijiste que estarías aquí, pero te fuiste antes que yo”, pensó con amargura
y cerró sus ojos.
Intentó retener el llanto, quería dejar de llorar, pero el dolor
era mucho más fuerte de lo que podía soportar, al soltar el primer sollozo sus
amigos lo cubrieron en un suave abrazo y se mantuvieron en esa posición hasta
que, el agotamiento emocional y el sedante suministrado por Bepo, le llevaron a
la inconciencia.
Continuará…>>




Comentarios
Publicar un comentario