Viviré en tu memoria - Capítulo 2
Créditos de la imagen a quien corresponda.
***
Eran
las 6 de la tarde cuando su celular de comenzó a sonar. Había dormido toda la
mañana, despertó para comer el almuerzo liviano que Kid había preparado para él
y volvió a dormir un rato más. Ahora estaban acostados viendo una película, la
pausaron y Kid tomó el celular que descansaba sobre el velador. "Es
Mugiwara" le informó entregándole el aparato.
—Buenas
tardes, Mugiwara-ya —respondió con su típico tono sereno.
—
¡Torao! —gritó el mencionado al teléfono— ¡Oye, Torao! ¿Cómo estás?
—¿Eh?
¿A qué te refieres? —preguntó mirando con extrañeza su teléfono antes de
volverlo a poner en su oreja.
—¡Ace
me dijo que estabas enfermo!
—¿Ace?
—preguntó algo confundido—. Marco —se respondió haciendo la conexión, y contó
hasta tres en silencio para no maldecir a su colega.
—Sí,
Marco le dijo a Ace, y Ace me dijo a mí —confirmó el menor de los hermanos D.
—¿Le
has dicho a alguien más? Por favor dime que no lo han comentado en el grupo de
WhatsApp —indagó afirmando el puente de su nariz.
—No,
a nadie, acabo de cortarle a Ace y estaba preocupado, así que te llamé ¿No
quieres que los demás sepan? —Law no pudo evitar sonreír, Luffy era un buen
amigo y, en definitiva, si no fuera por él, su vida sería mucho más solitaria.
En ocasiones no entendía cómo es que llegó a ser parte de un grupo tan
numeroso, y ruidoso, de amigos.
—Estoy
bien, me hicieron exámenes y debo esperar los resultados, por eso no quiero
decir nada aún —Kid se acomodó detrás de Law en la cama, le abrazó por la
espalda y besó su cuello—. ¿Tú cómo estás?
—Yo
bien, en el grupo estábamos hablando de hacer algo hoy en la noche,
improvisado… pero no creo correcto pedirte que vengas si te sientes mal —podía
imaginar la expresión de insatisfacción en el rostro de Luffy y sonrió.
—Si
es algo tranquilo podríamos ir un rato —Kid le miró con el ceño fruncido. Se
recargó en su pecho y le observó con una sonrisa que pedía disculpas.
—¿Seguro?
—preguntó Luffy con duda en su voz.
—Claro
—respondió poniendo un dedo en los labios de Kid para cortar su objeción.
—Está
bien. Será a las 8 en mi casa.
—Ahí
estaremos entonces.
—¡Genial!
¡Hasta pronto, Torao!
—Hasta
pronto —cortó y se giró para ver a Kid
—Su
exceso de energía es un problema.
—Tú
eres igual, Kid.
—¿Perdón?
Me insultas —dijo haciéndose el ofendido—. ¿Y cómo es eso de que iremos?
—Solo
será por un rato, nos divertiremos y volveremos temprano a casa.
—Está
bien —se resignó—, pero si te sientes mínimamente mal nos devolvemos de
inmediato.
—Claro
que sí. Además, nos servirá para distraernos —Kid besó su cuello nuevamente,
sacándole un suspiro—. Si tu plan es cansarme para no asistir, debo decir… —Kid
mordió suavemente la curvatura entre el cuello y el hombro mientras con sus
dedos juguetea con sus pezones arrancándole un gemido— …que vas por buen
camino, ah… Kid… —Kid no podía evitar sonreír al producir todas esas
sensaciones en el cuerpo de su pareja, y tan abruptamente como comenzó a
acariciarle, se detuvo.
—¡¿Qué?!
¡No! —reclamó, Kid comenzó a reír mientras se ponía de pie para alejarse.
—Sigues
sin estar en condiciones, así que debes descansar antes de salir. Yo me daré
una ducha —agregó con una sonrisa socarrona desde la puerta del baño.
Law
sintió como el calor subía por su rostro —¡Eustass Kid! —alzó su voz.
—¡Te
amo, Trafalgar! —gritó de vuelta sin cerrarla puerta del baño. Law sonrió y se
apoyó en el respaldo de la cama.
—Eres
un idiota… —susurró mientras esbozada una sonrisa.
Suspiró
apoyado en el respaldo de la cama, para luego, con decisión, ponerse de pie y
caminar hacia el baño. Se le antojaba una ducha doble, y sabía que Kid no sería
capaz de negársela. La fuerza de voluntad de su novio flaqueaba cuando él se
quitaba la ropa.
***
Llegaron
a su destino pasadas las 20:00 horas, la temperatura del día era agradable, así
que la velada sería al aire libre. La casa de Luffy y Boa era de una mezcla de
estilo campestre-contemporáneo, con una gran terraza y un patio enorme, a las
afueras de la ciudad.
—¡Torao!
—gritó emocionado Luffy al verle y corrió a darle un abrazo, sin embargo, antes
de llegar a su objetivo fue detenido por Kid.
—Ve
más despacio, imbécil —dijo Kid al tiempo que le daba un coscorrón.
—¡Ah!
¡Estúpido Kid, me dolió! —gruñó mostrándole los dientes y Law decidió
intervenir antes de que comenzaran una verdadera pelea en la entrada.
—Suficiente,
dejen de comportarse como un par de críos —ambos aludidos se cruzaron de brazos
y desviaron la mirada. Law suspiró cansino, la rivalidad de esos dos, en
ocasiones, le sacaba de quicio.
Les
echó una mirada a los automóviles estacionados en el patio —Mugiwara-ya, ¿Quién
más viene?
—¿No
leíste los mensajes?
—La
verdad no.
—Mmmm
—Luffy se llevó la mano al mentón en forma pensativa—. En la terraza están:
Nami, Sanji, Pudding, Brook, Chopper, Usopp, Marco y Ace —enumeró con sus
dedos—, Sabo y Koala llegarán un poco más tarde. Franky y Robin aún no regresan
de su viaje y Zoro nunca viene si es de última hora, ya sabes, ahora anda en la
otra punta del país, por su trabajo.
El
médico mentiría si dijera que oír el nombre de Roronoa no removía parte de sus
recuerdos, pero definitivamente era algo que no quería demostrar.
—¿Hancock
no se encuentra? —preguntó para no parecer interesado en lo último que dijo
Luffy.
—Claro
que está, cuando salí estaba invitando a Nami al desfile que está organizando,
yo no quiero ir —dijo poniendo sus manos detrás de su cabeza.
—Deberías
ser más atento con tu esposa, cabeza dura —aseveró Kid y Luffy le miró con
recelo.
—Por
lo menos yo tuve las agallas de pedir matrimonio —respondió con una sonrisa y
disfrutó de la reacción que provocó.
—Kid,
no —advirtió Law antes de que Kid respondiera las palabras de Luffy.
—¡Ey,
chicos! —gritó animadamente Chopper mientras agitaba sus manos para después
acercarse corriendo. —¿Cómo te sientes, Torao?
Law
agradeció internamente la interrupción de su colega —me siento mejor, Toni-ya.
—Dijo con una sonrisa—, y quiero seguir así. —Complementó como una advertencia
tanto para su novio como su amigo. Quienes decidieron, en forma silenciosa,
hacer una tregua por esa noche.
—¿Estaban
peleando otra vez? —preguntó el médico menor y Law asintió—. Son unos niños,
ven Torao, Brook tocará una canción. —Dijo alegre tomándole de la mano y
encaminándole a la terraza.
Y,
efectivamente, en la terraza estaban todos los mencionados por Luffy. El
ambiente era grato y familiar. Brook entonaba una dulce melodía en el piano
mientras los demás tenían entretenidas conversaciones.
Después
de los saludos iniciales se acomodaron entre medio del grupo.
—Trafalgar
—habló Hancock—, seguramente Luffy y Chopper ya te preguntaron, pero ¿Cómo te
sientes?
—Me
siento bien, Hancock, gracias por tu preocupación —respondió amablemente para
después encontrarse con la mirada escudriñadora de Marco.
—Por
supuesto, eres amigo de mi amado Luffy, si él se preocupa entonces yo también.
—Boa
es tan linda —comentó Ace—, aún no sé cómo es que se enamoró de Luffy.
—La
vida tiene misterios indescifrables, Ace—. Agregó Kid, haciendo reír a los
presentes.
La
velada continuó apacible y minutos más tarde se sumaron los que faltaban. Sanji
tomó las riendas en la preparación de la barbacoa, siendo ayudado por Kid, Ace
y Marco. Pudding, Law y Koala prepararon grandes cantidades de ensalada de
diversos tipos. Mientras que Sabo, Luffy y Usopp se encargaron de las bebidas.
Brook seguía amenizando el ambiente con su música y Chopper escuchaba
atentamente la divertida conversación que tenían Nami y Hancock.
***
El
fuego estaba en el punto perfecto, y así se los hizo saber Sanji a sus
ayudantes para comenzar a llenar la parrilla de diversos cortes de carne.
—¿Con
quién dejaron a los niños? —preguntó Ace con curiosidad.
—Los
dejamos con Chiffon —respondió Sanji restándole importancia.
—Y
yo que pensé que podría entretenerme haciendo travesuras con ellos.
—Por
eso mismo reclamaron cuando les dijimos que no vendrían hoy, pero ya era hora
de tomarnos un tiempo “a solas” con Pudding —agregó con una sonrisa enamorada.
—Paternidad,
ustedes lo han llevado bastante bien —agregó Kid—, yo no me veo con niños en un
futuro cercano.
—¿Y
en un futuro lejano sí? —preguntó Marco, metiendo de forma despreocupada, las
manos en sus bolsillos.
—Tampoco
—terminó diciendo sin pensarlo realmente y los demás comenzaron a reír.
—Bueno,
Ace y yo si nos vemos formando una familia en un tiempo más —Ace sonrió, un
tanto avergonzado, pero feliz.
—Con
Koala iniciamos el proceso de adopción hace una semana —informó Sabo uniéndose
a la conversación—, así que, si necesitan asesoría, estamos para ayudar —le
entregó una cerveza a cada uno de los presentes. Exceptuando a Kid, que ya
tenía una en sus manos.
—No
me jodas, ¡tengo que ser el padrino de ese bebe! —pidió Ace con brillo en los
ojos y Sabo comenzó a reír.
—No
sé si será un bebe, en realidad no nos importa mucho la edad, pero sí, nos
alegraría que tú y Marco sean los padrinos —Ace miró con ojos ilusionados a su
pareja, quien sonrió al verle tan emocionado y asintió, aceptando la enorme
responsabilidad que eso significaba. Ace celebró pasando un brazo por el cuello
de su hermano y haciendo un brindis, que los demás acompañaron alzando sus
botellas.
El
teléfono de Marco comenzó a sonar y se excusó para responder, alejándose un
poco del bullicio.
***
—¿Creen
que esté bien con esto? —Pudding miraba con orgullo las hermosas preparaciones
ordenadas pulcramente sobre la mesa.
—Bueno,
nuestros comensales tienen un apetito voraz —agregó Koala—, pero hemos
preparado acompañamientos y ensaladas para un regimiento, creo que estaremos
bien. ¿Tú qué opinas, Law?
—Que
ya no quiero seguir cocinando —dijo mientras tomaba asiento y apoyaba su cabeza
contra la mesa de la cocina—, ¿de quién fue la idea de hacer una barbacoa? —las
chicas rieron y se sentaron a su lado.
—Pobre
Law —dijo Koala acariciando su cabello—, apuesto que tuviste que trabajar
durante la noche.
Se
estiró con algo de pereza, haciendo sonar los huesos de su espalda —perdón—, se
disculpó por su falta de respeto —y sí, me tocó trabajar durante la noche, pero
pude dormir sin problemas durante el día.
—¡Hola,
hola! —dijo Usopp con una gran sonrisa mientras entraba a la cocina— ¿Desean
algo para beber? Woh, eso es mucha comida —agregó sorprendido—, ¿Algo de beber?
Koala
pidió una cerveza y Pudding pidió un jugo, él por su parte, indicó que se prepararía
un té de hierbas, tenía ganas de beber algo caliente.
—¿Conductor
designado para el regreso? —preguntó Koala para después beber de su cerveza.
—No,
Kid será quien maneje de regreso…
—Law…
—Marco habló con seriedad desde la puerta de la cocina llamando la atención de
los demás—, necesito hablar contigo —miró a los presentes—, ¿podrían por favor
dejarnos a solas unos minutos?
—Claro
—se adelantó Koala—, vamos chicos. —Tomó a Pudding del brazo y caminó con ella
hacia afuera. Usopp tomó un plato con snacks y salió echándose algunos a la
boca.
Marco
esperó a que la puerta se cerrara y se sentó a su lado.
—Me
llamaron del laboratorio… —asintió indicándole así que prosiguiera—, ya tienen
el resultado de tus exámenes.
Se
recargó en el respaldo de la silla y respiró profundamente— Entonces…—una
presión desagradable se instaló en su pecho y volvió a respirar esta vez con un
poco más de dificultad— ¿Cuáles son los resultados? —Marco apretó los labios y
golpeteó la mesa con sus dedos.
—Sé
que los verás de todas formas cuando te los envíen por correo, así que no te
daré los detalles, pero debo ser honesto contigo… —le exasperaba el tiempo que
se tomaba Marco para responder, no significaba nada bueno—, demonios. Law, tus
resultados están lo suficientemente mal como para… no perder tiempo, así que me
he tomado la libertad de programar los siguientes exámenes para el lunes en la
mañana y te repetiremos los que ya hicimos, por si acaso hubo algún error en el
primer resultado...
Su
mente quedó en blanco, y podía sentir el corazón acelerado en su pecho mientras
se perdía mirando a la nada.
Dio
un respingo al sentir como Marco afirmaba sus manos, que, en algún momento,
habían comenzado a temblar.
—¿Quieres
que llame a Kid? —negó con su cabeza. Creía que estaba preparado para recibir
esa noticia, de mala forma se dio cuenta de que en realidad no estaba para nada
preparado. Sentía sus ojos irritarse poco a poco por el exceso de líquido que
empezaba a juntarse en ellos—. ¿Estás seguro? Creo que sería mejor para ti.
—Lo
siento, no debería reaccionar así —comenzó a reír a causa de los nervios, se
puso de pie y dio un par de vueltas—, es, es ridículo…, yo debería estar
preparado para esto y no… no… no entiendo por qué…
—Law,
respira —pidió Marco tomándole con suavidad de los hombros. Tragó saliva e
intentó seguir la orden—, bien, respira profundo esta vez… —inspiró…
—No…
no puedo… —dijo sin poder evitar soltar el llanto que hasta entonces se había
atorado en su garganta. Marco le abrazó con fuerza y él se dejó abrazar. Hace
mucho, demasiado tiempo, que no se sentía tan vulnerable.
—Law,
aunque quiera no puedo prometerte que estarás bien —le habló marco con
suavidad—, pero puedo prometer que haré…, no, que haremos, todo lo que esté en
nuestras manos, y más, para hacer que salgas de esta —asintió contra su hombro
dejándose consolar, quería agradecerle, pero las palabras no lograban salir de
su boca.
***
Pudding
y Koala se acercaron a los chicos que estaban a un costado de la parrilla, todo
indicaba que estaban regañando a Luffy y Ace. De seguro querían meter sus manos
en la carne antes de que estuviera lista. Y la verdad es que el aroma que salía
de la parrilla logró abrir el apetito de todos los presentes.
Miró
a su alrededor y le pareció extraño no divisar a Law. Marco tampoco estaba
presente y eso le dejó un sentimiento de incomodidad. Algo no andaba bien.
—Eustass…
—habló Koala llegando a su lado.
—¿Mmh?
—respondió sin prestar mucha atención.
—Tienes
cara de estar preocupado —salió un segundo de su letargo y miró a la chica—,
¿Estás bien? —preguntó ella mirándole con curiosidad y él le regaló una
sonrisa.
—Si,
claro, sólo estaba pensando en algo. Oye… ¿Law no estaba contigo en la cocina?
—Sí,
terminamos de preparar los acompañamientos y se quedó conversando con Marco.
—Si
ya terminaron adentro será bueno que comiencen a armar las mesas —interrumpió
Sanji—, la carne va a estar lista en unos minutos.
—¡A
la orden Chef! —respondió Sabo con entusiasmo—, ¿Me das una mano? —le preguntó
a Kid con una radiante sonrisa.
—Por
qué no —respondió alzando los hombros, le dio un último sorbo a su botella y la
dejó junto a las otras botellas vacías.
—Ace,
Luffy, ustedes también ayudarán —ordenó el mayor de los D.
Los
dos aludidos respondieron que sí animadamente y se pusieron manos a la obra,
después de todo, con lo bien que olía la comida, mientras menos se tardaran
mejor.
No
era que se sintiera como un extraño entre todos ellos, se conocían hace años,
pero presentía que algo no andaba bien y no era agradable. Por otro lado, no
quería echar a perder la velada de Law por sus preocupaciones infundadas y
decidió dejarlo por la paz. Después de todo, Law había prometido que se irían
si se llegaba a sentir mal y el cirujano siempre cumplía sus promesas.
***
Marco
le sirvió un té de melisa y le acompañó mientras lo bebía, e intentaba calmarse
para regresar a la terraza con los demás.
Un
par de golpes en la puerta llamó la atención de ambos —permiso…—, dijo Usopp
asomando su cabeza por la abertura. Se encogió en la silla y clavó sus ojos en
el té —perdón por interrumpir…
—¿Qué
ocurre, Usopp? —preguntó Marco.
—Esto…,
ya está lista la mesa, así que tenemos que llevar… ¿Está todo bien? —preguntó
un tanto preocupado.
—Claro
—respondió Marco con una sonrisa—, Law, le ayudaré a Usopp a llevar las cosas —asintió
en silencio y Marco se puso de pie. Tomaron unas cuantas bandejas y salieron de
la cocina.
Cuando
la puerta volvió a cerrarse se puso de pie, necesitaba refrescarse un poco
antes de salir, así que se encerró en el baño.
Minutos
más tarde escuchó un suave golpeteo sobre la puerta —voy—, dijo sin mucho
entusiasmo y volvió a lavarse la cara. Después de secarse acomodó un poco su
cabello y abrió la puerta. Kid le esperaba apoyado en la pared del pasillo.
—Me
dijiste que nos iríamos si te sentías mal —recriminó para después acercarse y
acariciar su mejilla—, ¿Qué ocurre?
—Tranquilo,
no me siento mal. De hecho, me siento muy bien, así que podemos quedarnos un
rato más… —Kid frunció el ceño, le tomó del mentón y alzó un poco su rostro
para mirarle a los ojos.
—Tus
ojos están irritados —dijo con un tono más severo del que tenía planeado.
—¿Podemos
hablar de esto en casa? Por favor… —La mirada escruta dora de Kid siguió sobre él unos segundos más.
—Te
dieron los resultados… —aseveró sosteniéndole la mirada—, y no son buenos.
—Kid…,
de verdad te agradecería, que no hablemos de esto ahora. Por favor —dijo con un
claro tono de súplica—. Sólo quiero que disfrutemos lo que queda de esta velada
—agregó bajando la mirada al piso.
Kid
sintió las alarmas encenderse en su interior, definitivamente los resultados de
esos exámenes eran malos. Law no era una persona que suplicara —o por lo menos
nunca antes lo había hecho—, y eso le daba una idea de cuán afectado estaba su
novio. Soltó un suspiro y ablandó su semblante. Acarició su mejilla y besó sus
labios con ternura.
—Entiendo
—dijo finalmente—, vamos con los demás, ya están sirviendo la comida.
***
La
velada continuó sin contratiempos entre las bromas y ocurrencias de sus amigos.
Para Kid no pasó desapercibido el hecho de que Law casi no tocó su comida,
tampoco para Sanji, y no era que le tuviera manía, era cierto que al principio
no congeniaban del todo, pero ahora tenían una relación cordial. No, lo había
notado simplemente porque detestaba que la gente dejara comida en su plato.
—¿La
comida no fue de tu agrado, medicucho? —preguntó Sanji mientras le apuntaba el
plato con un tenedor. Alzó una ceja ante la arremetida y abrió su boca para
responder sin lograr hacerlo debido a la intromisión de Kid.
—No
lo molestes, risos de oro —entornó sus ojos al oírle.
—Puedo
defenderme solo, Kid —se sostuvieron la mirada unos segundos antes de que
decidiera romper el contacto para centrarse nuevamente en Sanji—. No quiero
ofenderte, cocinero de cuarta, solamente me duele el estómago, no tiene nada
que ver con tu insípida comida.
—¡¿Qué
dijiste?!
—¡Sanji!
—le reprendió Pudding—, Trafalgar te acaba de decir que no se siente bien, deja
de molestarle —Sanji sintió como una flecha era clavada, metafóricamente, en su
corazón.
—¡Pudding-Swan!
—gritó llevando las manos a su pecho mientras los demás reían por el drama
cómico, que jamás faltaba en las fiestas.
Kid
se relajó al ver la sonrisa en su rostro, y pensó que, tal vez, si había sido
buena idea asistir para distraerse después de todo.
Continuará…
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