Cuestión de Orgullo - Capítulo 2
***
Law
abrió sus ojos un par de horas más tarde, se sentía aliviado, como si se hubieran
quitado un gran peso de encima. Podía escuchar la suave respiración de
Mugiwara, que se encontraba apoyado en su pecho. Podía percibir su cuerpo algo
agarrotado y algo pegajoso, eso último no era agradable.
Con
cuidado se quitó a Luffy de encima y se levantó para darse una ducha. Salió del
baño con una toalla amarrada a la cadera y caminó hasta su escritorio. Se
sirvió un vaso de agua y tomó un medicamento, lo echó a su boca y se giró, para
encontrarse con los ojos curiosos de Luffy. Tomó un poco de agua sin apartar la
mirada y se tragó la medicina.
—¿Estás
enfermo? —preguntó Luffy con seriedad.
—No,
no lo estoy. ¿Por qué preguntas? —dejó el vaso sobre el escritorio y se acercó
a la cama.
—Actúas
extraño y acabas de tomar algo —Law sonrió y se sentó a su lado.
—Sí
me he sentido algo extraño, pero no estoy enfermo. Y lo que acabo de tomar es
para prevenir.
—¿Prevenir
qué cosa? —preguntó con su típica curiosidad.
—Bebés.
No usamos condón, ¿recuerdas?
—Oh,
es verdad —dijo recordando el momento—. No me molestaría un bebé.
—Claro
que no te molestaría, él que tendría que hacerse cargo sería yo, así que, no
gracias —se echó hacia atrás y miró el techo de su camarote. Luffy le imitó,
pero el lugar de mirar el techo le miraba a él—, quiero hablar con Chopper acerca
de unos temas médicos—soltó de repente.
—Mmm…
—Luffy se puso de pie y rebuscó entre su ropa—. Ten —le entregó un pequeño den
den mushi— Te conectará con Nami, ella debe estar cerca de Chopper.
Tomó
el aparato y llamó —¿Luffy?
—Hola
Nami-ya
—Ah,
Torao, hola —sonrió de forma sugerente— ¿se divirtieron? —Law se sonrojó un
poco por la pregunta.
—¡Fue
genial! —dijo Luffy mientras reía.
—Oh,
me alegra oírlo, Luffy —Law carraspeó para llamar su atención.
—¿De
casualidad no está Toni-ya cerca de ti? —preguntó tratando de ignorar lo
anterior.
—Chopper,
Chopper… —Lo buscó con la mirada—, mmm, Ah, sí, lo veo. Dame un segundo.
¡Chopper! —le llamó, el aludido, que iba disfrutando un algodón de azúcar, se
acercó a ella.
—¿Qué
pasa Nami?
—Torao
quiere hablar contigo —le entregó el den den mushi.
—Hola
Torao, hace tiempo que no hablamos —saludó el reno con alegría.
—Sí,
ha pasado un tiempo. Toni-ya, ¿crees que podamos reunirnos unos minutos? Hay
algo que quisiera preguntarte —dijo viendo a Luffy, quien le miraba con sus
ojos curiosos—, en privado —completó y Luffy infló sus mejillas a modo de
protesta.
—Claro,
no hay problema. Luffy, usaré tu vivre card para llegar hasta allá, así que no
te muevas, por favor —“Ok” respondió Luffy mientras se ponía de pie nuevamente—,
nos vemos en un rato, Torao.
—Hasta
pronto Toni-ya.
Cortó
la comunicación y le devolvió el aparato a Luffy —deberías aprovechar y darte
un baño—, sugirió.
***
Luffy
se metió al baño para darse una ducha y Law ordenó la cama, abrió la ventana
del camarote y organizó algunas notas sobre su escritorio. Chopper utilizó su
forma rápida y no tardó nada en llegar al submarino.
—¿Chicos?
—preguntó al entrar a la nave.
—Por
aquí, Toni-ya —le llamó Law y Chopper entró al camarote.
—¿Luffy?
—Tomando
un baño de agua caliente. ¿Quieres algo de beber?
—Agua,
por favor —le sirvió un vaso y le ofreció tomar asiento—, ¿Qué necesitas?
—Es…
—sintió como sus mejillas se encendían poco a poco—, es un tanto vergonzoso
para mí hablar de esto —tomó aire—, pero necesito una segunda opinión —Chopper
asintió mientras bebía de su vaso, instándole a continuar—. Hace unos días
comenzó mi periodo de celo. Pero fue diferente a los otros.
—¿En
qué sentido diferente?
—Inició
de forma abrupta e intensa. Sentí que mi temperatura subió de golpe, se me
nubló un poco la vista y caí de rodillas. No podía ponerme de pie, mucho menos
dejar de jadear. Fue desagradable —dijo llevando una mano a su cuello mientras
recordaba el momento—. Bepo me cargó hasta aquí me dio un supresor, pero no funcionó
del todo.
—¿Puedo
revisarte?
—Claro,
aunque también me he chequeado, no hay nada mal con mi cuerpo —Chopper se puso
de pie y se acercó a Law, quien se quitó la parte superior de su ropa y dejó
que Chopper le echara un vistazo.
—¿Cuántos
años tienes?
—En
unas semanas cumpliré 31.
—¿Cuánto
tiempo llevas con Luffy?
—Poco
más de 4 años —respondió sacando un rápido cálculo mental.
—¿Has
sentido la necesidad de pasar más tiempo con él? —preguntó metiendo nuevamente
su estetoscopio en la mochila que siempre cargaba con él.
—¿Últimamente?
—Chopper asintió. Lo pensó un instante—, sí. Pero es… no es como que fuera todo
el tiempo, son deseos ocasionales.
—Ustedes
los humanos suelen ignorar sus instintos —Law le prestó atención—, Luffy y tú
son una pareja destinada, lo sabes, ¿verdad? —Law asintió—. El tema es, que
están juntos y a la vez no.
—No
quiero que cambiemos nuestro estilo de vida.
—Y
no es necesario que lo hagan. Pero, Law. Debes dejar que Luffy te marque
—frunció el ceño de forma automática—. No te enfades. Sé lo que opinas al
respecto, pero tu cuerpo lo necesita. Esa marca simboliza la unión, no solo de
sus cuerpos, si no también la de sus espíritus.
—No,
no lo sé… —dijo con un poco de pesar.
—Quizá
no te hayas dado cuenta, pero desde que llegué, no has parado de tocar tu
cuello, el lugar donde debería estar la marca de tu alfa —Law abrió sus ojos
sorprendido. Chopper tenía razón, y si lo pensaba con calma, era una manía que
tenía desde hace ya varios meses— ¿te das cuenta?
Luffy
salió del baño tan alegre como siempre.
—Ahhh,
eso se sintió bien. ¿Eh? ¡Chopper! No tardaste nada en llegar —soltó
sonriente—, ¿Quieren que salga? —preguntó notando el ambiente un tanto tenso
que había en la habitación.
Chopper
negó y se puso de pie —Ya terminamos. Y Torao necesita que te quedes un tiempo
con él. No le dejes solo.
—Entonces
¿Sí estás enfermo? —preguntó preocupado.
—No,
no está enfermo, pero se enfermará si no sigue mis consejos —miró a Law—, sabes
que es así —Law asintió en silencio—, bien, yo regresaré al pueblo. Cuida de
él, Luffy —advirtió y salió de la habitación.
***
Law
volvió a llevar su mano, de forma inconsciente, hasta su cuello. No podía dejar
de pensar en lo que le había dicho Chopper, y sabía que el pequeño reno tenía
razón. Pero no podía aceptarlo así sin más. Su mente era un caos entre la
lógica y la reticencia a aceptar su naturaleza condicionada.
—Law
—El aludido alzó la vista sorprendido, al escuchar su nombre y no su apodo,
provenir de los labios Luffy—, Sé, que a veces no logro comprender del todo las
cosas que para otros pueden resultar evidentes… y siento que esta ocasión es
una de esas veces.
—Es
que…, es complicado —dijo en voz baja sin poder alzar la mirada.
Luffy
se puso de cuclillas frente a él para buscar su rostro —Explícame.
Cerró
sus ojos y suspiró —De acuerdo ¿vamos afuera? Quiero respirar un poco de aire
fresco.
—Está
bien —aceptó poniéndose en pie de un salto.
Se
acomodaron en la baranda de la parte posterior del submarino, la briza marina
alborotó el cabello de ambos mientras observaban el sol ponerse en el
horizonte.
—Tú
eres un alfa —comenzó Law—, y yo un omega, somos de los pocos afortunados
que han sido capaces de encontrar a su “pareja destinada”, y han pasado más de
4 años desde que comenzamos nuestra relación —Luffy, que le escuchaba con
atención, no pudo evitar sonreír.
—Ha
pasado bastante tiempo —dijo para luego reír.
—Sí…,
y durante todos estos años jamás me has marcado —Luffy le miró contrariado.
—Eso
es porque tú no quieres que lo haga, es tu decisión. Jamás podría obligarte a
hacer algo que no quieres...
—Lo
sé… —le atajó Law—, yo lo sé, y lo agradezco, porque sé que podrías hacerlo
cuando quisieras, pero me respetas, y me encanta eso.
—¿Entonces?
—Law comenzó a jugar con sus manos, haciendo sonar sus articulaciones mientras
pensaba en sus siguientes palabras.
—Se
podría decir que es algo, hormonal, para simplificar… —Respiró profundo y
empuñó con fuerza sus manos—, necesito que me marques.
Luffy
miró sus manos empuñadas y las tomó entre las de él —Pero no quieres que lo
haga—, aseveró. Law relajó el agarre y le miró a los ojos.
—No,
pero no tengo opción.
—¿Qué
pasará si no lo hago?
Law
suspiró, tomó asiento en el suelo y apoyó su cabeza contra la barandilla. Luffy
le imitó sentándose a su lado con las piernas estiradas.
—¿Viste
como estaba hoy? —Luffy asintió—, pasaría eso, cada vez con más frecuencia y
con mayor intensidad, hasta que, ya seas tú o un alfa x, ponga su marca en mi
cuello —Luffy frunció el ceño.
—No
quiero que pase eso.
—Yo
tampoco, pero, aunque yo no quiera, uno de nuestros instintos más básicos, me
empujará a hacerlo tarde o temprano. Y créeme que si puedo escoger a quien lo
haga será mucho mejor —Law giró su cabeza para mirarle y le dio una sonrisa
sutil—, y si he de escoger a alguien, te escojo a ti, Luffy.
El
joven capitán le tomó de la mejilla y se impulsó para acortar la distancia que
les separaba, le dio un suave beso en los labios y le regaló una sonrisa.
—Si
es así entonces, lo haré cuando te sientas listo —dijo con amabilidad y Law
asintió—, y tendrás que decirme qué es lo que debo hacer porque no quiero
hacerte daño.
Law
soltó una risa ligera al ver su rostro acongojado y negó divertido —Lo haré.
***
Esa
noche volvieron a entregarse como lo hicieron a media tarde, pero Law no fue
capaz de dar el paso que le hacía falta. Simplemente no podía hacerlo. Y la
comprensión que mostraba Luffy ante su conflicto interno no dejaba de
impresionarle.
Al
día siguiente sus camaradas regresaron y él aprovechó para ir con Luffy al
pueblo. Lo primero que hicieron fue pasar a comer algo, Luffy estaba hambriento
y él también tenía algo de apetito. Entraron al primer restorán que encontraron
en el camino y Luffy devoró plato tras plato con una facilidad impresionante.
Apoyó
su codo en la mesa y recargó su cabeza contra su mano para observarle comer
—Nunca dejará de impresionarme lo mucho que puedes llegar a comer.
—Necesito
recuperar energía —dijo antes de echar otro trozo de carne a su boca.
Terminaron
su comida y reposaron sin ningún tipo de inconveniente, nadie que les
reconociera y armara un alboroto. Pagaron la comida y retomaron su visita. A
decir verdad, el pueblo no era tan grande, pero tenía su encanto. Las
construcciones y las zonas verdes eran relajantes, se veía que vivían buenas
personas.
Pero
como en todo lugar, siempre hay alguno que otro imbécil que puede arruinar el
ambiente. Un tipo fornido estaba acorralando a una muchacha, intimidándola con
su tamaño y su aparente fuerza. Law suspiró y se sentó en una banca cercana —Te
esperaré aquí—, le dijo a Luffy, sabiendo que iba a ayudar a la chica.
No
se tardó, mandó a volar al sujeto y la muchacha le entregó un objeto como
agradecimiento. Volvió al lado de Law y se sentó también en la banca —Me ha
dado esto —le enseñó, un par de pulseras idénticas hechas de hilo—, dijo que
debía darle la otra a alguien especial, así que esta es para ti.
Law
tomó la pulsera y la observó, estaba hecha a mano, era simple pero bonita.
—¿Me
la amarras? —Luffy tomó la pulsera y la amarró en su muñeca, cuando terminó,
Law hizo lo mismo con él.
Mientras
Law terminaba de amarrar la pulsera una gota se estrelló contra su mejilla, miró
hacia arriba y otro par cayó sobre su rostro. De un segundo a otro la lluvia
comenzó a caer caudalosa, terminaron todos mojados buscando un lugar para
refugiarse y llegaron a un bullicioso bar.
—¿Bebemos
algo aprovechando que estamos aquí? —preguntó Law y Luffy aceptó la propuesta,
porque donde había bebida también había comida. Se sentaron en la barra, pidieron
un par de tragos y algo para comer. Luffy se excusó para ir al baño y Law
continuó bebiendo de su trago mientras observaba con cariño la pulsera que
había en su muñeca.
El
mismo tipo que Luffy había mandado a volar horas atrás entró por la puerta, Law
se llevó la mano a la boca al sentir como se revolvía su estómago debido al
desagradable olor que emitía ese troglodita. El sujeto notó la reacción que
tuvo y se acercó a él con decisión.
Le
tomó de la cintura por detrás y se le apegó para hablarle al oído —¿Qué hace un
omega sólo, sin marca y en celo en un lugar como este? ¿Estás buscando algo de
diversión? —Sintió asco y un escalofrío recorrió su espina dorsal. Se zafó de su
agarre y se giró para encararle.
—No
tientes a su suerte, imbécil.
El
tipo sonrió con diversión —eres de esos que se hacen los difíciles. Me gustan
los retos—, Law le miró molesto —Al final de cuentas, sigues siendo solo un
omega más, y caerás igual que los otros.
—Room
—pronunció activando su poder y al mismo tiempo el tipo le afirmó de la muñeca.
El cuarto azul desapareció mientras sentía que sus fuerzas comenzaban amenguar—¿Qué
diablos?
—Cometiste
el error de subestimarme, aunque seas un usuario, no eres nada con un poco de
kairoseki ¿verd… —no terminó de hablar, un puñetazo se estrelló contra su cara,
perdió un par de dientes y terminó azotado contra la pared.
El
brazo se Luffy volvió de un tirón a su forma normal mientras terminaba de
recorrer la distancia que le separaba de Law.
—¿Nos
vamos? —preguntó al llegar a su lado, ignorando las miradas curiosas de los
imbéciles que no fueron capaces de intervenir.
—Tienes
la mala manía de interrumpir mis peleas.
—Lo
siento, sé que ganarías fácilmente, pero me molestó que se acercara a ti de esa
forma, y ya me quiero ir.
Entornó
los ojos —está bien, vámonos—, dio un paso adelante y sintió como su garganta
se secaba, se detuvo de golpe y se llevó una mano al pecho, su respiración se
estaba haciendo cada vez más pesada. Tomó la mano de Luffy, activó una vez más
su room, lo más grande que pudo y salieron de ahí.
Luffy
se sorprendió al ver que estaban en su habitación dentro del Sunny —Oi, Torao,
¿qué tan grande fue… —Law le interrumpió dándole un beso en los labios.
—Lo
suficiente como para llegar hasta aquí —volvió a besarle.
Luffy
respondió el beso con la misma intensidad y comprendió que, eso que le había
dicho Law la tarde anterior, estaba pasando otra vez.
Continuará…>>




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